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Mostrando entradas de octubre, 2023
REGALA UNA SONRISA   «Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Tiempo de llorar, Y TIEMPO DE REÍR ». ECLESIASTÉS 3.1-4a La vida tiene distintos tiempos, en la Biblia en el libro de Eclesiastés habla mucho de esto, pero esta semana nos detenemos particularmente en los tiempos del encabezado.  Hay tiempos donde toca llorar, llorar por un dolor, una pérdida, una circunstancia, aun tiempo de llorar sin saber por qué lloramos, pero la vida en el diseño de Dios no es 100% lloro; también hay tiempos de risas y en eso nos enfocamos. La risa hace bien, la sonrisa embellece el rostro, hay sonrisas que esconden dolor, pero la verdadera sonrisa nace del interior hacia afuera, esa es la sonrisa que Dios quiere pintar en tu rostro. Leí un testimonio de una ciudad que a causa de la guerra se la llamaba «La ciudad donde nadie sonríe», quizás en tu entorno no ha habido tanta guerra, pero puede haber matrimonios donde nadie sonríe, familias donde nadie sonrí...
UNA MIRADA DE AMOR   «Mírame, y ten misericordia de mí, Como acostumbras con los que aman tu nombre». Salmos 119:132 El libro de los Salmos es uno de mis preferidos, es un gozo y un deleite poder leerlos y ver cuanto material hacia nuestra alma nos dejó el Señor en estos escritos. Sin dudas que cada uno debemos tener nuestras preferencias, pero en estos 150 capítulos tenemos un contenido abundante donde aprendemos de experiencias, vivencias, alegrías, miedos, tristezas, gozo y mucho más. En el texto que hoy meditamos es uno de esos que “sobresalen” al llamarnos la atención de una manera tan real y poética a la vez, el salmista puede expresar lo que anhela de Dios en conformidad al obrar de Dios. Él conoce que Dios trabaja con aquellos que aman su nombre y es tan única su manera de expresarlo que hasta llega a decir que Dios está “acostumbrado” en obrar sobre la vida de sus hijos. Claramente tenemos un Dios extremadamente interesado en ir transformando nuestra vida cada día, y para ...
HOY YA NO ES COMO AYER   Solo habían oído decir: «El que antes nos perseguía ahora predica la fe que procuraba destruir». Gálatas 1:23 NVI Cuando una persona abraza el evangelio y se rinde al Señorío de Jesús solemos decir y escuchar que su vida será diferente. Algunos, incorrectamente, piensan que esa vida distinta que puede darnos Jesús está relacionada con riquezas, lujos o prosperidad y claramente en las escrituras no encontramos a ninguno de los seguidores de Jesús que fueron bendecidos de esa manera, ni siquiera sus discípulos más cercanos, no tenemos evidencia de que Pedro, Juan o Jacobo entre otros hayan obtenido este tipo de bendiciones. Pero sí podemos decir con argumentos bíblicos que muchos de los verdaderos discípulos de Jesús fueron dando frutos de su fe por medio una vida distinta a la que antes tenían, es decir, sus vidas fueron transformadas internamente, dando testimonio externo entre aquellos que conocían su pasada manera de vivir. Dios nos ha dado a cada uno de ...
SIN COMPARACIÓN   «¿A qué, pues, me haréis semejante o me compararéis? Dice el Santo». ISAÍAS 40.25 A lo largo de nuestro crecimiento, una de las cosas que solemos practicar aun sin darnos cuenta es la comparación. El niño compara sus juguetes con los de un amiguito, la adolescente compara sus características físicas con compañeras, el joven compara su capacidad de comunicarse con aquel que es popular y de fáciles palabras. Se compara lo que se tiene con lo que tiene otro, los logros propios con los de conocidos. Los hijos comparan a sus padres con los de sus amigos; en la vida matrimonial muchas veces se compara al cónyuge con otra persona y en la Iglesia el desarrollo propio con la de otro hermano. Una frase popular dice: «el pasto del vecino siempre es más verde»; estas comparaciones por lo general (aunque verdaderas) no suelen llevarnos a un lugar de crecimiento, sino que más bien llevan a la persona a la frustración, a la envidia, a menos preciarse y a tomar decisiones incorre...
UN PUENTE QUE ME ACERCA A DIOS   No se preocupen por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Filipenses 4:6 En esta tierra inevitablemente tendremos aflicciones, el Señor Jesús claramente dijo  que en este mundo tendremos este tipo de padecimientos y estoy seguro de que esta  realidad la vivimos todos los creyentes en mayor o menor medida donde en el transcurso de la vida vamos atravesando distintas situaciones que nos afligen. La aflicción es un puente que nos conduce al Señor y podemos observar que el versículo en el cual hoy meditamos nos invita a tener en mente por lo menos 2  cosas que quisiera resaltar: 1- No estar preocupados y  2- llevar esas preocupaciones al Señor 1- NO estar preocupados. Aunque podamos pensar que esto pareciera imposible (NO preocuparse), creo que lo más importante es que el autor de esta carta (inspirado por el E. Santo) nos lleva a reflexionar en la siguiente pregunta...