INTENCIONES Y RESULTADOS
Todos conocemos personas que se mueven con malas intenciones y hasta quizás nosotros podemos obrar de esa manera en algún momento, seguramente estamos de acuerdo que las malas intenciones dan malos resultados o dañan, pero te invito a reflexionar:
«¿Las buenas intenciones alcanzan para obtener un buen resultado?; ¿Las buenas intenciones alcanzan para decidir bien o aconsejar bien?.»
Las intenciones salen del corazón, de lo más profundo del hombre y nos dice la Palabra que:
«Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?» JER 17.9
Claramente, la Biblia define al corazón como engañoso, pero no solo un poco, sino que «más que todas las cosas» es decir que no es una fuente confiable, aun con todas las buenas intenciones podemos errar y aún hacer daño.
Esto lo vemos en el relato de HCH 21 cuando un profeta llamado Agabo habla acerca de lo que el apóstol Pablo debería enfrentar más adelante, veamos la actitud de los hermanos:
«Al escuchar esto, tanto nosotros como los que vivían allí le rogábamos que no subiera a Jerusalén». HCH 21.12
Aún el que escribe se hace cargo de sus palabras, todos los presentes le dicen a Pablo que fuera a Jerusalén, tenían un buen deseo, una buena motivación le deseaban el bien, pero eso no era suficiente; las palabras de Pablo son para reflexionar:
Entonces Pablo respondió:
Por más que el corazón de los hermanos estaba lleno de buenas intenciones y de buenos sentimientos hacia Pablo lo que ellos estaban pidiendo eran contrarios a lo que Pablo debía hacer y decidir.
Que bueno que Pablo no se dejó influenciar y que ellos dejaron de insistir para que él cambiara su decisión.
Claramente, las malas intenciones o motivaciones son muy malas y debemos evitarlas, pero hay veces que aún las buenas motivaciones e intenciones nacida y gobernada por nuestras emociones pueden hacernos errar y también a otros posiblemente por eso el Señor nos dijo: «dame hijo mío tu corazón».
Que, en este día, semana a la hora aún de actuar con buenas intenciones podamos detenernos y pasar esa intención en oración bajo el filtro de la voluntad del Señor así tendremos mayor bendición y edificaremos correctamente a otros.
Bendecida semana. PP
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