ORACIÓN ANTES DE LA DECISIÓN
Si existe algún recurso alcanzable a todo creyente es la oración. La oración es el ruego y la dependencia de Dios en todo aquello que nos ocurre. Ir a Dios en oración es un acto de humildad donde reconocemos y descansamos en sus tiempos y su voluntad.
Al leer el primer capítulo de Hechos notamos que luego de la ascensión de Jesús al cielo, los discípulos comenzaron a practicar la oración de manera perseverante (Hch 1:14) y esto es algo a destacar, ya que ellos anteriormente mientras estaban con Jesús habían recibido ciertas instrucciones sobre la oración (Mt 6:5-13) y ahora en la ausencia de su maestro ellos estaban ejercitando lo aprendido, e inmediatamente el relato de Hechos nos muestra que estos discípulos debían de tomar una decisión muy importante, había que reemplazar a Judas quien ya no estaba con los 12, y si bien ellos podrían buscar a ojo algunas personas de testimonio y que cumplan los requisitos para tomar ese nombramiento, tan solo llegaron a proponer a 2 hermanos y la decisión final se la dejaron al Señor y oraron de la siguiente manera:
Y orando, dijeron: Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cuál de estos dos has escogido. Hch 1:24
Encuentro en esta oración 3 cosas que podemos destacar.
1. Los discípulos vieron el testimonio de 2 hermanos, pero quien conoce el corazón verdaderamente es Dios
2. Los discípulos oran y descansan en la voluntad de Dios
3. Los discípulos esperan en la respuesta de Dios
A lo largo de nuestra vida, y hasta de manera diaria y continua estamos tomando decisiones, algunas comunes pero otras de gran importancia. Lo que podemos aprender hoy es que esas decisiones que van más allá de las ordinarias necesitan ser precedidas por oración. Orar en tiempos previos nos ayuda a descansar en el Señor y nos invita a esperar su respuesta para luego nosotros accionar. Nuestro corazón nos puede engañar (Jer. 17:9) en reiteradas veces, pero tal cual leemos hoy nuestro Señor conoce los corazones mejor que nadie y cuando vamos a Él en oración sabremos que nunca se equivocara y nos dará lo mejor para nosotros, porque Él, mejor que nadie, sabe lo que necesitamos (Mt. 6:8).
Decide orar antes de decidir, y decide hacer la voluntad de Dios luego de orar.
El Señor nos ayude, bendiciones. Pr Denis.
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