HÁGASE TU VOLUNTAD
«Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra». Mateo 6:10b
Continuamos con la misma intención para este 2025 sobre reordenar nuestras prioridades y considerando el lineamiento creo que lo más significativo es empezar el cambio con nuestras oraciones. La semana pasada meditamos en el fragmento de la oración modelo de Jesús “venga tu reino” y hoy seguiremos con “hágase tu voluntad”.
Primeramente, debemos destacar que el Maestro está muy interesado en dejarnos bien en claro que nuestras oraciones se tratan más de lo que Dios desea para nosotros y no tanto en lo que nosotros deseamos, en otras palabras, no es nuestra voluntad la que debemos de pedir y esperar sino la voluntad de Dios.
“Hágase tu voluntad” es una expresión que demuestra un compromiso profundo por buscar y esperar exclusivamente lo que Dios determinara a nuestra plegaria, sin importar si la respuesta es tardía, rápida o simplemente hay silencio.
“Hágase tu voluntad” es renunciar de forma voluntaria y completa a nuestra voluntad sobre el asunto que presentamos a Dios, y esperar en su sabiduría sabiendo que obrará bajo su perfecta voluntad.
“Como en el cielo, así también en la tierra” es una expresión que Jesús utiliza afirmando que en el cielo se hace y se obedece exclusivamente a la voluntad Dios. El Maestro al agregar esta frase nos indica que el pedido de oración debe hacerse con relación a lo que ocurre en el cielo considerando que Dios es quien orquesta todas las cosas de una manera perfecta y todos (en el cielo) se sujetan cumpliendo y obedeciendo su santa voluntad.
Nuestras oraciones no son más que una muestra de necesidad de Dios, cuando recurrimos a Él debemos tener en mente que todo se sujetara a su voluntad.
Podemos tener los mejores deseos o simplemente pedirle con fervor y pasión sobre algún asunto en particular (lo cual no está mal) pero debemos aprender a descansar en su voluntad de una manera humilde y sumisa. Él nunca se equivoca.
NOTA: Si Jesús se rindió y sometió a la voluntad de su Padre, cuánto más deberíamos hacerlo nosotros!!
«Padre, ¡cómo deseo que me libres de este sufrimiento! Pero no será lo que yo quiera, sino lo que quieras tú.» Mateo 36:29b TLA
Bendecido inicio de semana, Pr Denis.
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