CONFÍA SIN DECEPCIONES
En ti confían los que conocen tu nombre, porque tú, SEÑOR, jamás abandonas a los que te buscan. Salmos 9:10 NVI
Una de las mayores dificultades del hombre es abrir su corazón y depositar su confianza en alguien. Seguramente al igual que yo en alguna o varias situaciones a lo largo de tu vida confiaste en alguien pero te ha fallado y te has sentido decepcionado.
La confianza es algo muy valioso, pero confiar en alguien es aún mucho más y cabe tener en cuenta que como bien dice el dicho popular muchas veces “no confiamos ni en nuestra propia sombra”. Somos imperfectos al igual que aquellas personas en quien confiamos.
Ahora bien, David el autor de este salmo quiere recordarnos algo para tener en cuenta día a día y nos da la seguridad de que confiar en Dios es nuestra mayor seguridad y esperanza.
1. Primeramente, el salmista conecta la confianza en Dios con el conocimiento de Dios.
David conocía a Dios de una manera íntima y relacional, su corazón estaba ligado al de Dios.
2. En segundo lugar, David da la causa de su confianza.
La experiencia de vida del salmista en recibir respuesta de Dios es lo que lo motiva a depositar su confianza. Dios es confiable porque NUNCA abandona a aquellos que lo buscan de corazón.
En otras palabras lo que podemos desprender de este texto es que nunca seremos decepcionados por Dios cuando depositamos nuestra confianza en Él. Aunque muchos nos pueden fallar, Él jamás lo hará y mientras más le conocemos mayor será nuestra confianza. Si hay alguien digno de confiar es nuestro Dios Santo y perfecto quien siempre nos ayudara y responderá con sabiduría cuando le buscamos.
Recordaba un Fragmento de la canción de Marcos Barrientos que deseo compartirte: “En Ti confía mi corazón, en Ti descansa mi alma y mi ser”
Bendito el hombre que confía en el Señor y pone su confianza en él. Jer. 17:7
Confiamos en ti Señor, Pr Denis.
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