UNOS POR OTROS
«Que el SEÑOR responda a tu clamor en tiempos de dificultad; que el nombre del Dios de Jacob te proteja de todo mal.» Salmo 20:1 NTV
Meditar en este solo versículo es un tiempo de gran deleite que podemos experimentar en el Señor. Al leer una y otra vez el texto se me viene a la memoria en las muchas y diferentes situaciones que me ha tocado vivir y saber que Dios allí estuvo (aunque sea en silencio o en muchas veces sin tener presente su presencia).
De alguna u otra manera las dificultades llegan a nosotros; siempre son inesperadas y sin buscarlas, pero llegan.
Aquí en el Salmo de David podemos ver la oración del pueblo por su rey (David). De cierta manera David transforma la oración del pueblo en una alabanza a Dios antes de salir hacia la batalla. El pueblo sabía muy bien cómo orar y a quién dirigir la oración en un tiempo tan difícil como lo es una guerra.
Quisiera destacar hoy la oración intercesora de los creyentes. Sabemos que muchos hermanos han pasado y están pasando por diferentes dificultades (espirituales, emocionales, físicas) y qué mejor, en estos tiempos, de tomar la iniciativa que tuvo este pueblo en clamar a Dios por respuesta, protección y libertad en medio de estos tiempos.
La Iglesia se debe de distinguir por su unidad y hermandad. Cuando oramos unos por otros estamos siendo Iglesia. Pensar en mi hermano, tener en mente su vida, la de su familia o su situación debe ser algo común en nosotros como creyentes. La tarea del cuerpo de Cristo es actuar en amor y compasión.
Si bien pueblo no iba a ir a la guerra, sí supo actuar en función de lo que iba a hacer su rey y todo aquel ejército que acompañaba, con esto quiero decirte que es probable que hoy no estés luchando con algo en particular (o si), pero es de bendición presentarle a Dios la causa de otros. Cuando oramos e intercedemos por otros somos quienes llevan a la presencia de Dios vidas que necesitan ser restauradas y transformadas por el poder divino.
Mira a tu alrededor y nunca se acabarán los motivos para orar.
Bendecida semana, oramos unos por otros. Pr Denis.
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