DISFRUTALO
Todos buscamos en la vida lo que nos haga bien, lo que podamos disfrutar y pasarla lo mejor posible, si dijéramos que no es así creo que estaríamos faltando a la verdad.
Según las etapas esos objetos de disfrute o anhelos van cambiando, desde niños los tenemos, quizás el deseo de un juego, en los adolescentes un tema de imagen, los jóvenes cierta realización y compañía, en la adultez lograr las cuestiones normales de familia, la casa, llegar a fin de mes sin problema, los más adultos disfrutar de compañía sin sobre saltos y con salud, aún podemos ir tras anhelos espirituales en busca de sentirnos bien, realizados y pensando cuando tenga esto o lo otro ahí si seré feliz.
Un problema más que común es que la vida se va pasando y muchas veces esas metas de disfrute o realización no llegan y va creando frustración, o aun muchas veces llegamos a eso, pero nos damos cuenta de que no era tan bueno, como aquel niño que recibió el juguete esperado, juega por un rato y luego lo olvida.
Muchas veces oramos o le pedimos a Dios por esas cosas que deseamos disfrutar, por esos tiempos que deseamos vivir que posiblemente no sean cosas malas, pero el Salmista nos da un consejo para poder llegar al verdadero disfrute de la vida.
Primero debemos deleitarnos en Dios y a continuación Él es quien concederá los deseos más profundos de nuestro corazón.
Nuestras formas nos llevan a ir tras lo que creemos que nos hará bien y necesitamos para estar mejor y metemos a Dios pidiéndole y reclamándole eso. Cuando ponemos al Señor en primer lugar y aprendemos a disfrutar de él aún nuestras expectativas, deseos y anhelos se alinean a su voluntad y nos evitamos dolores de cabeza, frustraciones.
Jesús mismo dejó dicho en Mateo 6.33: «Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas».
Quizás estás desgastándote por ciertos logros, anhelos pensando que al alcanzarlos ahí estarás completo, quizás estás haciendo cosas queriendo sentirte bien y «disfrutar de la vida», lo que verdaderamente llena el corazón del hombre es estar en correcta relación con Dios, no es solo ir a la Iglesia, es conocer al Dios que le da sentido a la Iglesia, es conocer personalmente al que cambia vidas y le da verdadero.
No pierdas tiempo, busca al Señor y disfruta su compañía, el resto viene como yapa. Bendecida semana. Pr Pablo
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