EXCESO DE PRESIÓN
«Mi corazón late en el pecho con fuerza». SALMO 55.4 A NTV
¿Quién no ha sentido ese latir del fuerte del pecho cuando estaba enamorado o empezando una relación?, recuerdo las primeras citas con Lorena, o el momento en que nació Male o Manu (mis hijos), el día que me gradué de la universidad, los nervios, literalmente el corazón latiendo a mil, pero ninguna de estas es la experiencia que la persona que escribió el salmo estaba experimentando.
Lo que él estaba experimentando no una «taquicardia de bendición o de buenos momentos» sino muy por el contrario, lo que esta persona estaba viviendo era latir fuerte del corazón por las presiones de la vida, circunstancias, momentos, personas, realidad que hacen que parezca que el corazón estalla.
En física una presión es el efecto de una fuerza (carga) sobre una superficie y eso es exactamente lo que se experimenta muchas veces. Grandes fuerzas, muchas cargas sobre una pequeña superficie (tu cabeza / tu corazón).
Lo que provocó ese estado de presión en el salmista fue temor, pero de esos temores muy fuertes, sintió que la muerte estaba a las puertas (todo se terminaba), ganas de escapar y huir, deseos de estar lejos rodeado de otra realidad.
«4 Mi corazón late en el pecho con fuerza; me asalta el terror de la muerte. 5 El miedo y el temblor me abruman, y no puedo dejar de temblar. 6 Si tan solo tuviera alas como una paloma, ¡me iría volando y descansaría! 7 Volaría muy lejos, a la tranquilidad del desierto». SALMO 55.4-7 Nueva Traducción Viviente
Aunque escrito hace cientos de años, creo que la realidad de esta vivencia es más que contemporánea hoy, quizás hoy estás lleno de presiones, presiones de la familia, del trabajo, la economía, una enfermedad y hasta presiones autoimpuestas que hacen que sientas que el corazón está por estallar, deseos de huir y escapar.
La vida con exceso de presiones es una pandemia de estos días, pero no siempre bien tratada, la persona que escribió el salmo encontró donde aquietar su ser interior en medio de tanto caos:
«16 Pero clamaré a Dios, y el Señor me rescatará».
La invitación de esta semana es que, en medio de las presiones, de ese malestar interno que aún te hace temblar, lo enfrentes no solo o sola, sino con la ayuda del único que puede traer paz al corazón: JESÚS. Acércate a Él, no sigas luchando o aguantando solo porque Él quiere ayudarte y darte una mano.
Si no sabes como hacerlo acá estamos para ayudarte, muchas bendiciones, bendecida semana.
Pr Pablo.
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