DIRECCIONA MI CORAZÓN
No permitas que mi corazón se incline a la maldad. Salmos 141:4a (NVI)
Al leer la Biblia descubrimos que una de las palabras, entre otras, más utilizada es “corazón”. Salomón dijo que debemos guardar el corazón por sobre todas las cosas,
los profetas proclamaban que su pueblo se vuelva a Dios “de todo corazón” y aún
Jesús mandó que debíamos amar a Dios con “todo nuestro corazón”.
Evidentemente, para Dios el corazón del hombre es lo que desea conquistar y
gobernar, pero existen varias maneras donde nuestro corazón se aleja de Dios y se inclina hacia la maldad y el pecado. El corazón es engañoso, aún sigue
contaminado por la naturaleza pecaminosa que inevitablemente arrastraremos hasta que el Señor venga por su Iglesia.
El salmista en su expresión nos deja una clara enseñanza donde podemos destacar que existe la posibilidad de que nuestro corazón se incline a la maldad. Los sucesos
que vivimos, las tentaciones, la codicia de nuestros ojos y el mundo en que vivimos
son los frentes de batalla que luchamos día a día y cuando somos arrastrados por
estos asuntos es donde comienza el declive hacia la maldad que nuestro corazón puede impulsarnos.
David sabía muy bien esto (estaba atravesando situaciones que podían inclinar su
corazón a la maldad) y en consecuencia su ruego fue pedirle a Dios que no permita que su corazón se direccione en ese camino.
Todos los hijos de Dios podemos estar seguros de que la obra regeneradora de Dios
nos ha otorgado un nuevo corazón, donde Dios depositó su Espíritu para que podamos seguirle y obedecerle. Nuestro corazón debe estar gobernado por el Espíritu Santo para que cuando vengan esas situaciones que nos impulsan hacia el mal podamos percibir su amonestación y decir en oración las mismas palabras del salmista “No permitas que mi corazón se incline a la maldad”. La intención del Espíritu es direccionar nuestro corazón.
En esta semana te invito a recordar esta porción bíblica y es mi oración que puedas ser sensible al Espíritu antes de que cualquier evento te direccione hacia el mal.
Ánimo, Dios está con, y en nosotros. Pr Denis.
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