UN CORAZON LIMPIO «Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio». Salmos 51:10a Todo creyente es llamado al arrepentimiento, cuando existe conciencia de la gravedad del pecado y lo horroroso que es ante Dios podremos experimentar una verdadera vida de arrepentimiento donde naturalmente corremos hacia nuestro salvador por aquellos errores que cometemos. El pecado ensucia nuestro corazón, lo contamina, endurece e insensibiliza ante Dios. Correr a Jesús, reconocer nuestro pecado, arrepentirnos y volvernos a Él son decisiones que anhelan una restauración total y plena. Tener estas actitudes ante la caída del pecado son la evidencia de nuestra conversión. El problema de David estaba en su corazón (la raíz), todos sus clamores de purificación, limpieza y restauración tenían como fin que su corazón pudiera ser cambiado. Personalmente creo que estamos meditando en la declaración más maravillosa del Salmista “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio” . David NO pidió que le “limpie el corazón”, sino ...
Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, equipado para toda buena obra. 2 Timoteo 3:16-17. Te compartimos contenido basado en la Biblia, sabiendo que ella es infalible, inerrante y todo suficiente para cada área en la vida del hombre. Nuestro deseo: desafiar, animarte y fortalecer tu vida.