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Mostrando entradas de febrero, 2023
UN CORAZON LIMPIO «Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio». Salmos 51:10a Todo creyente es llamado al arrepentimiento, cuando existe conciencia de la gravedad del pecado y lo horroroso que es ante Dios podremos experimentar una verdadera vida de arrepentimiento donde naturalmente corremos hacia nuestro salvador por aquellos errores que cometemos. El pecado ensucia nuestro corazón, lo contamina, endurece e insensibiliza ante Dios. Correr a Jesús, reconocer nuestro pecado, arrepentirnos y volvernos a Él son decisiones que anhelan una restauración total y plena. Tener estas actitudes ante la caída del pecado son la evidencia de nuestra conversión. El problema de David estaba en su corazón (la raíz), todos sus clamores de purificación, limpieza y restauración tenían como fin que su corazón pudiera ser cambiado. Personalmente creo que estamos meditando en la declaración más maravillosa del Salmista “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio” . David NO pidió que le “limpie el corazón”, sino ...
UN CORAZON NECESITADO   «No me eches de delante de ti, Y no quites de mí tu santo Espíritu. Vuélveme el gozo de tu salvación, Y espíritu noble me sustente». Salmos 51:11-12 No hay mayor angustia y tristeza en el creyente que aquella que provoca el pecado, ese sentimiento de culpa y suciedad. La congoja envuelve a tal punto que empezamos a perder poco a poco esa pasión y anhelo por Dios. Paulatinamente vamos dando lugar al pecado y por ende perdiendo nuestra comunión con Él. Como consecuencia, cuando el pecado está señoreando nuestras vidas, tendemos a aislarnos y distanciarnos de todo lo relacionado a su causa (Iglesia, hermanos, actividades,etc). Es como que el pecado nos desestabiliza y anestesia hacia todo lo relacionado a Dios. Lamentablemente cuando más necesitamos, más nos alejamos! El salmista estaba padeciendo estas consecuencias en su vida, se había llenado de pecado y estaba vacío de Dios, lejos de poder sentir su presencia. La sensación en su oscuro corazón y la concienc...
UN CORAZON QUE RECONOCE Y CONFIESA «Porque yo reconozco mis rebeliones, Y mi pecado está siempre delante de mí. Contra ti,  contra ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos.» Salmos 51:3-4a  Un verdadero creyente es aquel que reconoce su pecado, lo confiesa y se aparta de él. “mi pecado está siempre delante de mí”  Tal cual expresa David en esta oración es lo que ocurre cuando caemos en pecado; nos rebelamos ante Dios. “porque yo reconozco mis rebeliones” Pecar es una rebelión porque sabemos que va en contra de lo que a Dios le agrada y aun así (teniendo conocimiento que está mal) actuamos contrario a sus normas establecidas en su palabra siendo responsables y culpables de nuestra maldad “He hecho lo malo delante de tus ojos”.  Debemos tener en cuenta que, el pecado además de ser un acto inmoral y de desobediencia también es un acto voluntario, Santiago 4:17 dice “y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado".  En tiempos actuales, ...
UN CORAZON ARREPENTIDO «Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones.» Salmos 51:1  El arrepentimiento es el primer acto de fe que da el cristiano al acercarse a Jesús, pero también debe ser un acto constante y permanente ya que necesitamos arrepentirnos, diariamente, de nuestros pecados. Todos aquellos que entienden que deben arrepentirse es porque realmente tienen conocimiento de Dios y su Palabra, un Dios Santo que aborrece el pecado y su Palabra que nos enseña a comportarnos conforme su voluntad y sus principios. Esta verdad podemos verla reflejada en la oración de David al manifestar el conocimiento que tenía de Dios “conforme a tu misericordia”, “conforme a la multitud de tus piedades” . La súplica de arrepentimiento del salmista se basaba en el conocimiento que tenía de Dios rogando piedad y perdón. El salmista luego de ser confrontado por su pecado corrió a su salvador en arrepentimiento y alzó su voz en ...