CUANDO RESISTIR NO ALCANZA
«Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y
huirá de vosotros». SANTIAGO 4.7
Como cristianos sabemos que tenemos un enemigo externo que es el
diablo, su existencia e influencia es real. Se nos habla en distintas partes de
la Biblia de sus maquinaciones, sus asechanzas; en 1 Pedro 5.8 leemos «Vuestro adversario, el diablo, anda al acecho
como león rugiente, buscando a quien devorar».
Ante este
conocimiento muchas veces hacemos foco en la segunda parte del versículo de hoy
que dice «resistir al diablo y el huirá»,
como fervorosos hijos de Dios podemos hacer el mejor esfuerzo de resistir,
oponernos, esmerarnos en no dejarnos ganar con la expectativa que él huya.
No quiero
«pincharte el globo» como se dice en Argentina, el centrar nuestra victoria
solamente en resistir y aguantar no nos garantiza la victoria.
El secreto
de la victoria está en la primera parte del versículo, «sométanse a Dios», no
alcanza con la resistencia humana, la diferencia lo hace ponernos debajo de la
voluntad de Dios.
Para
nuestra humanidad es más simple el resistir, el hacerlo a nuestra manera, con
nuestras fuerzas porque, aunque sabemos que es lo mejor el «someternos a Dios» nos lleva
a confiar en El, a dejar de lado nuestro.
La
sabiduría, la virtud no esta en grandes resistidores, personas que presentan
batalla y resisten, la sabiduría está en ponernos bajo la poderosa mano de
Dios, reconocer su soberanía y confiar que él sabe que es lo mejor para
nosotros. Me someto a Dios, luego resisto y ahí el enemigo deberá huir, no por
mi fuerza sino por el respaldo de Dios a su hijo.
En esta
semana, las situaciones que se presenten enfréntalas, resistí, pero sobre todo
pone al Señor en primer lugar, Él te dará fuerzas y la victoria.
Muy buena
y bendecida semana, Pr Pablo.
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