CAMBIO DE RUMBO
¡Qué bueno es hacer lo bueno! Valga la redundancia, supongo que estarás de acuerdo con esa afirmación, muchas veces como buenas personas, como cristianos nos centramos en hacer cosas buenas y claro que hay que hacerlo, pero el pasaje de hoy nos lleva a la reflexión.
Te hago
una pregunta: ¿Qué mejor o más bueno que predicar la Palabra?, podríamos sin
dudas que es una buena acción y debemos hacerlo, pero vemos en el caso de hoy
al mismo apóstol Pablo y su compañero Silas en medio de uno de sus viajes con
todo el deseo y la disposición para hacerlo, ellos deseaban hacer algo bueno,
pero en esta oportunidad experimentaron algo «el Espíritu
Santo no los dejó».
En dos
oportunidades encontramos que ellos van en una dirección para hacer esto «bueno / muy bueno», no pudieron
predicar en Asia, van hacia Bitinia y otra vez el Espíritu Santo les dijo:
«para ahí no».
Como hijos
de Dios el Espíritu Santo mora en nuestros corazones, en ese morar Él desea
guiar nuestros pasos no solo a la buena senda sino a la mejor senda del Padre.
Muchas veces vamos tras hacer lo bueno, pero perdemos la sensibilidad de lo que
el Espíritu Santo marca en nuestro corazón.
Hay
alertas en el corazón, llamados de atención internos que muchas veces
ignoramos; quizás es ni más ni menos que el Espíritu Santo marcado un cambio de
rumbo, esto no pasa solo cuando vamos a hacer algo malo sino también cuando
vamos con buenas intenciones, pero Dios espera otra cosa superior.
En esta
semana te desafío a que prestes atención a esa voz que nos habla y guía, el
Espíritu Santo que mora en tú corazón desea guiarte.
«Yo te haré saber y te enseñaré el camino en
que debes andar; te aconsejaré con mis ojos puestos en ti». SALMO 32.7-8
Bendecida
semana, Pr Pablo
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