LA PALABRA: LA ÚNICA FUENTE DE TRANSFORMACIÓN
Al comenzar este artículo, brevemente, aunque pudiesemos ahondar mas, seria importante reflexionar sobre una problemática a resolver en estos tiempos ( podemos afirmar que de seguro viene de tiempo atrás), y es que se está intentando y buscando transformar a las personas por medio de “mensajes positivos que parecen lindos de escuchar por su sentido motivacional” , utilizando pasajes bíblicos pero dando argumentos que nada tienen que ver con la enseñanza bíblica. Inevitablemente esto produce 2 tipos de resultados, primero es que, en vez de haber sido favorecidos y fortalecidos por la palabra de Dios, solo fueron inyectados por palabras que movieron las emociones y el segundo resultado es que, el mensajero, al exponer en su discurso un mensaje superficial de contenido bíblico, continuará predicando de la misma manera y esto provocará un pueblo vacío del conocimiento en lo que es la verdad transformadora de Dios. Al reflexionar podemos realizarnos las siguientes preguntas : ¿ somos transformados por charlas motivacionales? ¿ Hay efecto transformador por medio de un discurso que solo mueve las emociones? ¿ Hay frutos en las personas de cambio y arrepentimiento? No podemos permitir que la Palabra de Dios quede relegada en segundo plano y solo se utilice como anzuelo para enseñar otra idea o argumento que está fuera de ella. Cuando se realiza este tipo de discurso estamos olvidando la gran importancia de la suficiencia de la palabra de Dios para salvación y transformación de las personas.
Deja que la Palabra te transforme y NO la transformes a ella.
Al leer las Escrituras podemos encontrar que lo único que produce un efecto transformador en la vida de las personas es solamente la Palabra de Dios y todo lo que nos ofrece su contenido, es por eso que se nos manda a poder transmitir su mensaje tal cual es, tal cual esta escrito, tal cual es su intencionalidad. La lectura de la Palabra ya por sí sola tiene el poder absoluto de transformar vidas, pensamientos y hasta acciones. El mensaje transmitido desde el predicador, cualquiera sea su tema, si se anuncia correctamente tiene poder porque es la palabra de Dios actuando y alumbrando a los oyentes. Es por eso querido lector que necesitamos urgentemente quitar de nuestras vidas todo mensaje positivo que solo levanta el ánimo o mueve las emociones y darle lugar a la verdadera palabra de Dios que transforma el corazón. Necesitamos volver a la palabra, es decir: ponerla frente a nuestros ojos, frente a nuestra mente y frente a nuestros labios. Además, necesitamos volver a poner la palabra de Dios arriba de los púlpitos y dejar que ella le hable a los fieles.Como hijos de Dios, tenemos una responsabilidad y esta es poner a la palabra de Dios en lo más alto de nuestras vidas, de nuestra fe y de la Iglesia, honrando y dando el lugar que le corresponde ya que ella es la voz y la voluntad de Dios para nuestras vidas yeso es lo que le da valor a ella: su autor, Dios.
Dios la envió a nosotros para que cumpla un propósito transformador y eficaz según su propia voluntad, soberanía y decisión. En otras palabras: Dios la envió para que haga lo que él quiera y transforme como él quiera, según sus propósitos y de esta manera podemos ver que solamente es Dios y su palabra que transforman las vidas.
Lea el siguiente versículo en voz Alta y estará escuchando a Dios hablar del efecto que produce su palabra:
Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve,
Y no vuelven allá sino que riegan la tierra,
Haciéndola producir y germinar,
Dando semilla al sembrador y pan al que come,
Así será Mi palabra que sale de Mi boca,
No volverá a Mí vacía
Sin haber realizado lo que deseo,
Y logrado el propósito para el cual la envié. Isaías 55:10-11 NBLA
¿Ha captado la idea en la ilustración que el Propio Dios utiliza al hablar de SU palabra?, esa palabra que sale de SU propia boca, es decir, la que anuncia con SU propia voz . ¿No es significativo para su vida la frase del mismo Dios al declarar que es “SU palabra que sale de SU boca” hacia nuestras vidas? Se ha dado cuenta que la intención de estos versículos están vinculados a su autoría, en un sentido de que es SU palabra, la única, que transforma y produce frutos. Entonces, nos podemos preguntar, ¿habrá alguna palabra humana que produzca transformación y frutos? Claro que NO. La palabra que sale de la boca de Dios tiene propósito y es realizar lo que él mismo, previamente, ya se propuso y podemos estar seguros de que así será! SU PALABRA NO FALLA!! Que gran bendición entender estos conceptos de Dios!! Amados, Dios habla, hablo y aun seguirá hablando por medio de SU palabra con el fin de realizar diferentes obras y propósitos en las personas que Él ya determinó según su buena voluntad. Dios no habla por hablar, sus palabras no son vanas, sino, más bien, sus palabras resuenan en nuestros oídos y retumban en nuestro corazón para cumplir el propósito transformador para cual Él la envió. GLORIA A DIOS POR SU PALABRA TRANSFORMADORA!!.
Septiembre 2022, mes de la Biblia
Iglesia Asamblea Bahia, Pr Denis Cifuentes.
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