SIEMPRE CONTIGO
En los tiempos que vivimos se quiere imponer que cada uno haga lo que bien le parezca según su idea o interés, pero estas enseñanzas contemporáneas a compararlas con la palabra de Dios se oponen totalmente entre ellas y la idea de preguntarle a Dios ¿que hacer o hacia donde ir? Lamentablemente ha disminuido en la vida del creyente, por supuesto que expreso esto sin intenciones de generalizar.
El día a día nos lleva a hacer y hacer, andar a mil y no detenernos a pensar o evaluar si lo que estamos haciendo es de Dios o no lo es, sin embargo muchas veces el resultado de nuestras decisiones nos abren los ojos de que hemos actuado sin su compañía o consentimiento. En otras palabras lo que intento expresar es que la falta de consultas a Dios en nuestro diario vivir nos lleva a desviarnos de Él y en la mayoría de las casos nos traen dolor de cabeza. ¿Quién no ha expresado alguna vez?: “hice todo esto, me deje llevar y nunca le consulte a Dios”.
Existe una manera de movernos o decidir y es donde avanzamos un poco en el versículo de hoy; Moisés no quería dar un paso si Dios no respaldaba con su presencia y a pesar que lo podía hacer prefirió avanzar solamente si Dios iba a acompañarlo a él y todo el Pueblo. Por eso deseo invitarte a repensar decisiones, situaciones y acciones ya concretadas o que estas pensando a futuro y puedas tomarte el tiempo necesario para decirle a Dios “si tu vas, yo voy… si tu no vas, y tampoco”. Hace años, un Sermón de nuestro Pr Pablo referido a este texto nos daba la idea de la siguiente frase:
Mejor estar quieto con Dios, que avanzar kilómetros sin Él
Bendiciones, Pr Denis
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