CARÁCTER ENSEÑABLE
«Escribí algo a la iglesia, pero Diótrefes, a quien le gusta ser el primero entre ellos, no acepta lo que decimos». 3 JUAN 1.9
Este varón de nombre raro (Diótrefes) de quien escribe Juan en su tercera carta, no admitía enseñanza, no aceptaba lo indicado por él, no era enseñable y el origen de esa actitud era un corazón orgulloso que buscaba ponerse en primer lugar.
Cuando el orgullo gobierna el corazón el resultado final es imposible que sea bueno, el Proverbio dice: «Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu» (16.18).
Piensa por un momento, ante una corrección u observación: ¿Cuál es la primera reacción? es de defensa, de invalidar al otro, lo tomo como un ataque personal.
¿Tengo un «carácter enseñable»?
Esas reacciones muestran o evidencian que hay algo en mi corazón que no es bueno. Recuerde el Proverbio 3.7: «No seas sabio en tu propia opinión; teme a Jehová, y apártate del mal».
La persona de «carácter enseñable» va camino a su mejor versión y ahí podrá con su vida glorificar a Dios como él se merece, crecer como persona y bendecir a quienes le rodean.
Muy bendecida semana, Pr Pablo.
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