ORACIÓN ORIENTADA
En el relato que leemos Jesús es quien le habla a Pedro,
uno de sus discípulos, el contexto era difícil y los días que vendrían por
delante lo serían aún más para Pedro. En ese entorno de dificultad podemos ver varias
enseñanzas en las palabras de Jesús:
Primer Punto: Jesús estaba
involucrado con sus amigos, al saber que algo estaban pasando o pasarían, lo
llevó a hacer cosas concretas. No se quedó en el ver la necesidad, sino que
actuó. No solo se identificaba con ellos, sino que se involucraba.
Segundo Punto: Jesús no sembró
pánico por la situación, satanás se estaba moviendo, pero Él intercede por
Pedro al Padre, no se quedó en el ver de lejos, en opinar, en comentar ni
siquiera en simplemente lamentarse, sino que Jesús oro al Padre por Pedro. ¿Podemos
hacer algo más efectivo que orar correctamente por una determinada situación?
Tercer Punto: detengamonos en el
contenido de la oración, Jesús no oro para que Dios evitara el zarandeo sobre
Pedro, no pidió que Dios lo sacara de la situación sino oró que Pedro pudiera
salir aprobado de esa prueba, aferrado a la fe. La orientación de Jesús fue muy
distinta a la que muchas veces tenemos donde el objetivo es la resolución según
el bienestar de la persona, Jesús fue más allá.
Cuarto Punto: Jesús, más allá de
la situación le recordó que Dios tenía un propósito con su vida «fortalecer a
los hermanos»; es decir, aún con las situaciones latentes Jesús quería que
Pedro se enfocara del otro lado de la tormenta.
Todos
estamos rodeados por persona queridas, cercanas que están atravesando
situaciones, el desafío es que podamos imitar el ejemplo de Jesús. Involucrarnos,
interceder con entendimiento, motivar no desde lo emocional sino desde la
voluntad de Dios, pero para eso nosotros debemos primero tener una relación
íntima con Dios.
Muy bendecida semana. Pr Pablo Acha
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