MOTIVADOR ESPIRITUAL
Todos
pasamos tiempos de dificultad, de desierto como suele decirse. David (el famoso
valiente judío) estaba en uno de esos momentos, tiempo atrás mató a un gigante
llamado Goliat, obtuvo grandes victorias para su pueblo, pero hoy estaba
inmerso en otra realidad, estaba solo y debilitado.
En
medio de esa realidad aparece Jonatán y "va
hasta el desierto donde estaba David", que
buena actitud la de este joven, estuvo dispuesto a ir al lugar de la soledad y escondite
de David, pero las palabras de la Biblia nos dicen más: “Jonatán fortaleció las manos de David en Dios”.
¿Qué
habrá hecho Jonatán? ¿le habrá llevado agua o alimento? (muy necesarios en el
desierto), ¿le habrá dado palabras positivas: ¡vamos ya va a pasar!?, ¿le habrá
dicho estoy orando por vos? Todas estas cosas hacen bien en medio del dolor,
pero no alcanzan, Jonatán nos muestra que se puede dar más.
A
través de la visita de Jonatán a David el impacto fue más profundo. David sintió
que no estaba solo en el desierto. Por el resultado podemos ver que
Jonatán no llego solo con comentarios simples, menos con chismes, sino que fue
con palabras de ánimo, de bendición, que hicieron que David se fortaleciera en
Dios. Seguramente Jonatán oró con David, no fue a ministrarle, fue a estar con
él y buscar juntos a Dios. Quizás David había olvidado palabras, promesas de
Dios, pero la visita de su joven amigo hizo que él nuevamente se fortaleciera
en Dios.
Hoy
se necesitan hombres y mujeres como Jonatán dispuestos no solo a compartir lo
superficial, a cubrir una necesidad material, sino que sean instrumento de
bendición y fortaleza espiritual.
Aún
el más fuerte y espiritual de nosotros atraviesa tiempos como David; quizás hoy
eres el Jonatán que Dios quiere usar.
Te
desafío que en esta semana estés atento a las necesidades y oportunidades
entendiendo que el desafío es "fortalecer las
manos en Dios" de alguien que está necesitado.
Déjate
usar por Dios y bendice a otros.
Bendecida
semana, Pr Pablo.
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