UN REGALO DIARIO
La palabra presente es sinónimo de “regalo, obsequio” pero también en otro aspecto representa un tiempo; el hoy.
Muchas veces el ayer (pasado) no permite disfrutarlo, quizás por vivencias dolorosas, traumáticas o por considerarlo un tiempo demasiado añorable, pensamientos como: «todo lo de ayer fue mejor» rige la vida de muchos.
A otros, el mañana pesa tanto que pone límite y roba las fuerzas para vivir correctamente el hoy.
La gran realidad es que el ayer ya fue y no puede ser cambiado, el mañana es incierto, pero hay algo concreto al abrir los ojos en la mañana: “EL HOY”.
Cada día uno determina la actitud con que lo enfrenta, el juego de palabras del inicio no es casualidad, el presente, el hoy, es un regalo que debemos enfrentarlo entendiendo quien está detrás de este día.
El salmo comienza invitando a la gratitud a Dios, a reconocer sus misericordias, recordar su fidelidad, que es un Dios de proezas. Parado en eso el salmista entiende que, al abrir los ojos, detrás de ese tiempo está Dios mismos dando oportunidades.
No comiences el día con queja, enojo, silencio, sino con ánimo, gozo, paz y palabras de bendición eso se logra al enfocarse en Él, Dios como el objeto de mi gozo y alegría.
Recuerda Lamentaciones 3.22-23 (NBLA) que dice: «Las misericordias del Señor jamás terminan, pues nunca fallan sus bondades; son nuevas cada mañana; ¡Grande es Tu fidelidad!
Cada día de esta semana al despertarte que las palabras del salmista estén en tu boca y su actitud sea nuestra acción.
Muy buena semana, avanzamos día a día en el Señor.
Pr Pablo Acha Baima
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