LA HERRAMIENTA CORRECTA

«Tú vienes a mí con espada, lanza y jabalina, pero yo vengo a ti en el nombre del Señor de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has desafiado» 1 SAMUEL 17:45

Sin lugar a dudas el argentino se caracteriza por arreglar las cosas de manera ingeniosa. Quién en la casa no ha utilizado el popular método del “lo atamos con alambre” diciendo: “es por unos días” y en verdad queda lo que dura el alambre.

Cuantas veces, ya sea hombre o mujer. según lo que estamos haciendo usamos un elemento alternativo: aflojar un tornillo con la punta del cuchillo serrucho, usar la pinza como martillo, ya que es lo que tenemos a mano, y así hay tantos casos populares de la vida que intentamos de resolver algo no con la herramienta apropiada sino con la más fácil, lo que tenemos a mano.

Estos ejemplos si bien son reales y trae sus consecuencias (la punta del cuchillo doblada / la cabeza del tornillo falseada) hay cosas o vivencias profundas de la vida que las enfrentamos con el mismo método.

Esfuerzo, negociación, extorción, negación, distancias, enojos y otros.

En el relato bíblico de hoy el joven David se enfrentaba con el gigante Goliat, éste lo superaba en tamaño, en armamento, en capacidad y habilidad para el combate, su estrategia era la intimidación, la humillación, el menospreciar a su oponente.

Aunque David estaba en desventaja aparente enfrentó la situación y al enemigo con la herramienta justa, “apoyado en Dios, él puso a Dios por defensa”.

Cuántas veces ante palabras de ataque las respuestas son palabras de ataque, ante desprecio retribuimos desprecio, ante argumentos ponemos mejores y hasta mas fuertes, pero aplicando este método quizás ganamos una batalla, pero no la guerra.

Hay situaciones que solamente se resuelven de rodillas. Hay conflictos que no se resuelven presentando evidencias, sino que debemos aprender de David a usar las herramientas espirituales que Dios nos ha entregado.

Hoy quizás ya enfrentaste situaciones, roces, conflictos o será mañana, pero el desafío de la Palabra es que cambies de estrategia, usa las herramientas espirituales, está en silencio y que sea Dios quien vaya delante de ti.

 

Bendecida semana, Pr Pablo.