MI LUGAR ESPECIAL
«Sé para mí una roca de refugio, adonde recurra yo continuamente» SALMOS 73.3a
Desde la niñez la
gran mayoría de nosotros elegimos lugares que nos son totalmente personales; en
mi experiencia, de pequeño, recuerdo sentarme debajo de la mesa redonda en una de
sus patas y estar tiempo allí pasando desapercibido por el mantel que caía; de
más grande recuerdo pasar horas en una rama determinada de un árbol.
Esos
mismos lugares, quizás, para otros, no tienen importancia y son simplemente un
lugar más; la diferencia la hace lo que ese lugar es para uno.
Encuentro
que, en la forma de relacionarse del hombre con Dios, muchas veces está basada en
generalidades, se lo ve como refugio, sostén, proveedor y aún como Padre, pero
hay una gran diferencia en el pasar de esa generalidad a la apropiación
personal.
En
el pasaje de hoy vemos al salmista rompiendo con la generalidad y decidiendo
que Dios sea ese lugar único y especial para él.
Dios
es refugio, Dios es proveedor, Dios es Padre, esas son verdades irrefutables, pero el desafío o la invitación es pasar a una relación personal donde uno
puede declarar: tu eres mi Padre, tú eres mi refugio.
Este
cambio es mas que una cuestión semántica, es más que una cuestión de forma, tiene que ver con una forma distinta de relacionarse, es otro nivel de
intimidad.
En
definitiva, lo importante con Dios es eso, la forma de relacionarnos con Él.
En
la semana seguramente se van a presentar situaciones, matices distintos, y está
bueno enfrentarlo con el Señor, pero el desafío es que lo hagas como el
salmista.
Qué
bueno es tener la seguridad que en todo momento podemos recurrir a ese lugar
especial. Hoy ese lugar es mas bien una persona que está esperando tu decisión.
Que
las palabras del salmista te desafíen para hacer de Dios tu lugar de refugio,
tu lugar de descanso.
Bendecida
semana, Pr Pablo.
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